Inspiración Andrea González
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Próximo destino: Recife

Increíbles playas que se funden con una arquitectura colorida que relata el pasado colonial de la ciudad, una oferta gastronómica que mezcla raíces africanas, indígenas y portuguesas en cada bocado y una herencia cultural desbordante, con expresiones como el frevo, una danza tradicional del Carnaval. Descubre Recife, nuevo destino de Iberia.

Vuela a Recife desde Madrid y en conexión desde el resto de ciudades de la red de Iberia a partir del 13 de diciembre de 2025 con tres frecuencias a la semana, que a partir del mes de febrero se incrementarán a cinco.

Recife, capital del estado de Pernambuco –es la capitalidad más antigua del país–, en el noreste de Brasil fue fundada por conquistadores portugueses en 1537. Durante los siglos XVI y XVII, su historia estuvo marcada por las contiendas libradas por la Casa de los Austrias a un océano de distancia: cuando las Coronas de España y Portugal se unieron en 1580, los territorios portugueses de ultramar pasaron a engrosar el mapa del todopoderoso Felipe II, contra el que luchaban las provincias de Flandes para lograr su independencia. Lo que hoy es Pernambuco se convirtió en objetivo de la Compañía Neerlandesa de las Indias Occidentales, tierras que fueron conquistadas en 1630. Así, los neerlandeses fundaron la Nueva Holanda con capital en Recife, precisamente, a la que rebautizaron con el nombre de Mauritsstad.

De la mano del gobernador Mauricio de Nassau, Recife prosperó: la ciudad se convirtió en un puerto tolerante, donde, a diferencia de lo que sucedía en la vieja Europa, podían convivir los católicos con los calvinistas y todos con los judíos. Gracias a ello, Recife aún conserva la primera sinagoga de América, Kahal Zur Israel, que todavía puede visitarse. También atrajo a científicos y artistas, lo que llevó a la ciudad a contar con elementos tan curiosos como el primer observatorio astronómico de América o un trazado arquitectónico diseñado sobre puentes y canales para recordar al de Ámsterdam, lo que le ha granjeado el pseudónimo de la “Venecia de América”, por contar con más puentes de los que tiene la ciudad italiana.

Aunque los portugueses reconquistaron los territorios en 1654, en Recife Antigo, el casco histórico, se pueden visitar vestigios de su época holandesa, como el fuerte de São Tiago das Cinco Pontas, una imponente fortaleza que hoy alberga el Museo de la Ciudad de Recife. Otros puntos clave son la Torre Malakoff, hoy el centro cultural más importante de la región, o la Rua do Bom Jesus, una de las estampas más conocidas de la ciudad, con sus coloridos edificios coloniales, que datan de los siglos XVII y XIX.

Recife Antigo es hoy famoso por su vida nocturna y su importancia artística, que han convertido el centro histórico en un referente cultural. Partiendo de enclaves como Marco Zero, plaza emblemática bañada por el Atlántico y punto cero de Pernambuco, desde donde en época colinial se medían todas las distancias de la región, se pueden encontrar galerías y centros culturales como CAIXA Cultural Recife, perteneciente a una red homónima de unidades culturales que cuenta con centros en todas las grandes ciudades de Brasil. Ubicado en un edificio de 1912 declarado patrimonio nacional, esta institución cuenta con espacios para exposiciones y talleres, con especial atención a expresiones LGTBI y a la herencia africana de la zona, espacio para eventos en su gran foyer y un teatro con aforo para casi 100 personas.

Otro epicentro de la vida cultural de Pernambuco es Paço do Frevo, el principal centro de referencia para la difusión del Frevo, un género de música y danza originario de la propia Recife declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2012. Lo más carácteristico del frevo es su ritmo frenético, casi febril, en una danza que mezcla la marcha, el tango brasileño, la contradanza, la polka e incluso piezas de música clásica, dando lugar a un espectáculo impactante por parte de los bailarines profesonales que termina por llamar a la pista a los espectadores. El frevo es un baile característico del Carnaval de Recife, uno de los más especiales y divertidos de Brasil, pero en en Palacio del Frevo lo investigan, lo cuidan y lo enseñan durante todo el año, incluyendo conciertos, eventos exposiciones o fiestas.

Sin embargo, lo que marca la vida de Recife son sus playas. Boa Viagem es la más famosa, una playa urbana de unos 7 kilómetros de longitud. Aunque no se puede nadar más allá del arrecife, es conocidísima por su ambiente: las fiestas que se celebran en su arena en Año Nuevo o durante el Carnaval son míticas, además de contar con un ambiente nocturno inmejorable gracias a sus beach-clubs, hoteles y restaurantes. Praia do Pina, de aguas turquesas y arena dorada, es otra de las más visitadas. Más lejos, Praia dos Carneiros, considerada una de las más bellas de Brasil, es famosa por la pintoresca estampa que ofrece, con una capilla en plena arena y rodeada de palmeras.

El frevo es depositario de una evidente influencia africana, que ha marcado, por ejemplo, sus ritmos y percusiones. Una influencia presente también en otras expresiones, como la gastronomia, con una mezcla de herencias indígenas, portuguesas y africanas. Platos como el bobó de camarones, son un ejemplo de ello, con ingredientes como aceite de dendê, leche de coco y yuca, junto a un colorido sofrito y, por supuesto, camarones. Otras especialidades de la zona tienen nombres tan evocadores como la carne de sol, de herencia portuguesa, y algunas cuentan la historia de Pernambuco, como el bolo de rolo, un refinado postre que habla de la industria azucarera de la zona. No te pierdas restaurantes como el clásico Leite, que además de repasar la gastronomía local es el más antiguo de todo Brasil, fundado en 1882, y en el que han comido personalidades como Simone de Beauvoir, Jean-Paul Sartre y Orson Wells.