Inspiración Andrea González
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La inspiración del oeste está en el Dallas Arts District

Con recintos como el AT&t Performing Arts Center, un complejo diseñado por el estudio de Norman Foster, el Museum of Art al Nasher Sculpture Center, que aloja una de las mejores colecciones de escultura contemporánea del mundo, o el Perot Museum of Nature and Science, donde es posible experimentar un terremoto o tocar un tornado, el Dallas Arts District se extiende a través de más de una veintena de manzanas. Te mostramos cómo disfrutar de un musical de Broadway, visitar un Miró al aire libre o descubrir arte de vanguardia, y todo en el corazón de Texas.

La idea del Dallas Art District emergió en los 70, cuando las autoridades de la ciudad texana contrataron varios auditores externos. ¿El objetivo? Encontrar la localización perfecta para todas sus instituciones artísticas. Por consenso, el noreste del centro de Dallas fue escogido como el mejor escenario, una tierra que fue el hogar ancestral de pueblos nativos americanos como los Caddo, Wichita, Tawakoni y Kiikaapoi y de comunidades nómadas como los Kiowa, Comanche, Apache. En el Dallas Art District, hoy un espacio multicultural, se reivindica la herencia de los nativos americanos, además de la influencia afrodescendiente y latina, como parte indispensable de la historia de Texas.

Toda esta herencia fue recogida en el primer gran museo del distrito. El Dallas Museum of Art, diseñado por Edward Larabee Barnes, se inauguró en 1984, convirtiendo sus 14 800 m² en la residencia de más de 24 000 piezas de exposición provenientes de África, América, Europa y Asia, datadas del 3000 a.C. hasta nuestros días. En el museo pueden visitarse obras de Van Gogh, Renoir, Georgia O'Keeffe o Claude Monet, pertenecientes a la colección permanente, y hasta enero de 2026 la instalación de Yayoi Kusama All the Eternal Love I Have for the Pumpkins, una de las más famosas de la artista.

All the Eternal Love I Have for the Pumpkins, 2016. Yayoi Kusama. Cortesía del Dallas Museum of Art

Desde la apertura de este primer museo, el distrito se desarrolló hasta convertirse en el área con más edificios diseñados por ganadores del premio Pritzker del mundo. Otra de las instituciones más importantes es el Museum of Art al Nasher Sculpture Center, nacida de la visión de Raymond y Patsy Nasher, coleccionistas de escultura moderna que, a finales de los noventa, encargaron al premiado Renzo Piano —en colaboración con el paisajista Peter Walker— el diseño. Abierto en 2003, el centro inauguró una nueva narrativa urbana que fue consolidada por el posterior desarrollo de la Winspear Opera House, el Wyly Theatre, la Annette Strauss Square, Sammons Park y otros espacios públicos destinados al arte que visitaremos más adelante. El al Nasher Sculpture Center es un oasis en mitad del asfalto, con un jardín público de 6200 m², que hace las veces de museo al aire libre con obras de Miró y Picasso y que cada viernes de verano ofrecerá un concierto al aire libre, y 5000 m² de espacio expositivo interior. En su colección hay obras de Rodin, Giacometti, Judy Chicago o Max Ernst, entre muchos otros gigantes de la escultura, y exposiciones periódicas donde se exponen las nuevas adquisiciones del museo. Desde 2020 el al Nasher Sculpture Center otorga un galardón anual que reconoce a artistas contemporáneos, premiando este año a la artista multidisciplinar nigeriana Otobong Nkang.

Mark di Suvero "Eviva Amore". Cortesía del Nasher Sculpture Center

La columna vertebral de todo el Dallas Art District es, no obstante, el AT&t Performing Arts Center, un recinto de más de 40 000 m² que agrupa 4 instituciones y espacios públicos. El primero de ellos es la Winspear Opera House, de 2200 butacas, que en agosto ofrece el musical Life of Pi, galardonado con tres premios Tony. Al lado se encuentra la Annette Strauss Square, un espacio diseñado para eventos al aire libre que cada semana acoge desde clases de yoga hasta conciertos, y el Elaine D. and Charles A. Sammons Park, que cuenta con zonas verdes y espacios para niños. Todos estos recintos fueron diseñados o contaron con la colaboración del estudio de Norman Foster. El último espacio del complejo es el Dee and Charles Wyly Theatre, un íntimo teatro de menos de 600 butacas, diseñado gracias a la colaboración de varios de los mejores estudios de arquitectura del mundo, incluyendo al Pritzker Rem Koolhaas. Este verano ofrece el clásico de Broadway Joseph and the Amazing Technicolor Dreamcoat.

Sammons Park. Cortesía de AT&t Performing Arts Center

Para los que quieran vivir una experiencia con los más pequeños, el Perot Museum of Nature and Science es el destino perfecto. Joya arquitectónica del estudio Morphosis Architects, muestra su colección permanente en hasta 11 espacios expositivos, donde es posible explorar el Sistema Solar, vivir un terremoto, realizar propias predicciones meteorológicas, pilotar el vuelo de un pájaro, experimentar en un laboratorio biológico o medir tu velocidad contra un T. Rex o el quarterback de la NFL Patrick Mahomes. Además, nuevas exposiciones llegan este verano: Topaz: A Spectrum in Stone, con las mejores piezas de topacio del mundo, y Bug Lab, a partir del 28 de junio, para explorar todos los secretos de los insectos.

Entrada del Museo Perot

Una de las últimas incorporaciones al destino es The Green Family Art Foundation, una organización sin ánimo de lucro cuyo objetivo principal es dar más visibilidad y apoyo a artistas que han sido históricamente marginados, alojando tres exposiciones anuales de artistas emergentes o consolidados pero poco representados, curadas con especial cuidado (de hecho, GFAF ofrece subvenciones a museos que más tarde quieran alojar esas obras). Todas las muestras pueden visitarse de manera gratuita. Hasta septiembre puede visitarse la colección de Robert Peterson llamada Somewhere in America, una muestra organizada en colaboración con el Wichita Art Museum, que rinde homenaje a la vida y a las expresiones cotidianas de las comunidades afroamericanas.

Green Family Art Foundation, cortesía de Adam Green Art Advisory. Foto: Evan Sheldon

Tip: En Dallas Art District el arte también se come (y se bebe). Para desayunar, no te pierdas YOLK. Para opciones rápidas durante el día, Flora Cantina en el Sammons Park ofrece una fusión de comida mexicana y tejana. ¿Las opciones más elegantes? Tei-An, reseñado por la guía Michelin gracias a la cocina del chef japonés Teiichi Sakurai, y La Stella Cucina Verace, con la cocina del chef Nicola Bacchi. Termina el día con un cóctel en el bar clandestino Akai, detrás del restaurante Musume.

Restaurante Musume