Comunidad Club Iberia Andrea González
Por:

La ilustradora Agustina Guerrero presenta Hoy, su nueva novela gráfica

Agustina Guerrero, creadora de La Volátil, lleva años triunfando tanto en las redes como en las librerías gracias a sus viñetas. Sus reconocibles ilustraciones han inundado las ciudades españolas en láminas, tote bags y camisetas. Obras anteriores, como La Compañera o El Viaje hicieron las delicias del público millennial, que también viralizó su blog Diario de una Volátil. Su última novela gráfica, Hoy, que publica en Lumen, tiene en Barcelona un escenario de lujo.

¿Cómo surge Hoy, tu nuevo libro?

Algo que no se sabe es que este libro, que trata sobre un paseo de un día, al principio iba a ser distinto. Al inicio lo planteé como un recorrido por Barcelona, pero me lo imaginaba mucho más de ficción, con viajes al pasado, al futuro, visitaba la Barcelona de otras épocas… Sin embargo, en aquel momento perdí a un amigo, de hecho el libro está dedicado a él, y en medio del duelo la obra dio un giro de 180 grados. Cuando tengo que escribir y dibujar siempre necesito hacerlo a través del momento vital en el que estoy y entonces pensé que yo no tenía que irme a la ficción, yo me tenía que ir a la realidad de lo cotidiano. En aquel momento, con la muerte tan presente en mi vida, la utilicé como un motor para hacerle una oda a todos esos días en los que no pasa nada.

¿Por qué escoges Barcelona como escenario de la novela?

Barcelona es la ciudad donde vivo. Siento que este libro habría nacido igual aunque yo viviese en Madrid o en Chacabuco, porque al final es sólo un paseo por la ciudad en la que he pasado los últimos 25 años. Sin embargo, en mi caso tengo la enorme fortuna de vivir en una ciudad preciosa. Mi objetivo era que, cualquiera que leyera este libro pudiera recorrer las calles del lugar en el que vive y encontrar belleza en ellas. Yo no quería hacer un libro para decirle al lector “tienes que venir a visitar Barcelona”, pero sí la escogí como escenario para empujarle, dentro de su contexto, a que salga a recorrer su propio escenario.

¿Cómo escogiste los lugares de la ciudad que aparecen en Hoy?

Barcelona es bellísima, pero yo quería transitar los espacios por los que suelo pasear. Lugares que no suelen ser muy turísticos, porque, de hecho, es también lo que hago cuando viajo. A mí me gusta ver cómo vive la gente de ahí, me gusta ver lo auténtico de cada ciudad, comer lo que se come en cada sitio… Yo quería mostrar la Barcelona que yo habito, los barrios, los parques poco conocidos, las heladerías de siempre, las tiendas de toda la vida.

¿Hay algún rincón especialmente querido para ti?

Hay algunos que son muy evidentes, como cuando estoy en los Jardines de Laribal o en el Teatre Grec. Pero hay una escena que quizás es un guiño para mí y que no lo he contado nunca antes: cuando estoy caminando, haciendo equilibrio sobre un bordillo, con mi amiga Loli, hay una fachada que es redonda. Esa era mi vista en la primera casa en la que yo estuve en Barcelona, lo que yo veía todos los días desde mi ventana.

¿Te puede seguir sorprendiendo una ciudad en la que llevas viviendo más de 20 años?

¡Claro! El otro día le decía a mi pareja que llevaba años pasando por delante de una terraza preciosa y nunca me había fijado hasta entonces en las flores tan bonitas que tenía. Siento que casi siempre que vamos caminando de un sitio a otro necesitamos aprovechar el rato para ir resolviendo cosas, responder un mensaje, mandar un audio, enviar un mail. Por eso he planteado este libro como una obra con la que entrenar la mirada, que cada día podamos encontrar un momento para reposarla y elegir qué observar.

¿Cuál ha sido tu última experiencia parándote a observar?

Hace poco estuve en Roma y, mientras esperaba para ver la Cúpula de San Pedro a través de la Mirilla de la Orden de Malta, me di cuenta de que toda la gente ponía la cámara antes que el ojo. Al final, de tanto esperar, nos terminamos yendo a la Plaza de los Naranjos y allí me encontré con un pintor con el que compartí un momento muy lindo, comprándole una obra. Sentí que a veces la vida te pide hacer eso, desviarte del plan establecido, aunque sólo sea un día. De esto va esta obra.

¿Barcelona ha cambiado mucho desde que te mudaste, hace 25 años?

Si, pero también yo he cambiado con ella. Por ejemplo, cuando tienes un hijo empiezas a vivir la ciudad de otro modo, conoces sitios nuevos porque haces planes diferentes. Siento que las dos somos orgánicas, que nos vamos adaptando la una a la otra. Lo único que me entristece es ver cómo está tan masificada, que esté costando tanto vivir en ella, sentir que nos están echando…

¿Qué introduce esta novela gráfica diferente de tus otras 6 obras?

En primer lugar, el personaje de La Volátil, con el que la mayoría de gente me conoció, ya no me identificaba. El Viaje y La Compañera fueron dos obras con las que yo me abrí en canal, pero ahora veo el personaje en la distancia como una caricatura más infantil. Me daba miedo cambiar a La Volátil porque ella estaba en un punto muy dulce con el público, pero me di cuenta de que quien estaba fuerte era yo como autora, que tenía que dar el salto con la gente que me sigue, porque ellos también cambiaron y tenía que acompañarlos. En este libro he querido mostrar un personaje con una fisionomía más de mujer, más real (y este nuevo cuerpo fue muy difícil de dibujar). En segundo lugar, creo que Hoy es producto de los tiempos que vivimos. Después de dos libros muy intensos me dio muchísimo miedo que este, donde casi no pasa nada, sólo soy yo paseando, no le interesase a nadie. Sin embargo, entendí que esta era una obra para salir de esa necesidad de contar todo el rato historias que impacten. A mi alrededor escucho que todo el mundo va corriendo, que no les da la vida. Cuando tuvimos el apagón yo estaba pasando a limpio este libro y vi como todos lo vivíamos como una celebración. La gente necesita estar desconectada, no estar siempre disponible, no ser siempre productiva, es un anhelo que se percibe ya en la sociedad.

La autora, Agustina Guerrero. Foto de Marta Calvo.